En la tercera edición del Foro Cultura y Ruralidades damos un gran paso hacia adelante, en varios sentidos. De partida, desbordamos el espacio geográfico y concreto de lo rural para abordar la cuestión con mayor amplitud, desde la óptica, no dicotómica, de las relaciones campo-ciudad, sus cruces y simbiosis, sus encuentros y desencuentros. En mundos hiperconectados, donde lo rural se urbaniza y lo urbano se ecologiza, la noción –sistemática y relacional, mutante e inacabada- de “territorio” cobra mayor sentido y nos ubica más convenientemente, al tiempo que permite pensar los ecosistemas culturales, y la acción cultural, en clave territorial y diversas escalas. El programa incorpora por ello como novedad diversas experiencias, algunas de ellas urbanas, que de algún modo conectan o podrían conectar ambos universos o insinuar concomitancias posibles.
Damos, por otra parte, un salto muy significativo hacia el ámbito internacional y abrimos el Foro a diversas iniciativas europeas de especial relevancia en sus respectivos contextos y comunidades. La crisis del medio rural es una constante en la mayoría de los Estados miembros de la Unión y plantea desafíos comunes al conjunto del espacio cultural europeo.
Finalmente, y este es quizás el giro conceptual más significativo, pretendemos resituar y ampliar el campo de reflexión a partir de la noción -más expansiva tal vez- de ruralidad, entendida de algún modo como espacio de pensamiento en contraposición al espacio geofísico rural. Ello nos permite resituar y reinterpretar el concepto mediante diversas lecturas, conectándolo con determinados discursos -ecología, soberanía alimentaria, sistemas productivos tradicionales, cambio climático, transición energética, movimiento “lento”, formas de organización social, economía Km O y otros- instalados de manera progresiva en el debate político y social. La ruralidad, por tanto, como sistema de pensamiento a partir del cual repensar nuestro lugar en el mundo, nuestra relación con el medio y, por qué no, nuestro ideal civilizatorio.
Junto a la reflexión sobre esos grandes temas abordaremos, de la mano de experiencias particulares, aspectos como: la acción cultural descentralizada y al mismo tiempo contextualizada y situada; la práctica artística sobre el terreno como ejercicio colindante con el activismo social, dejando atrás aproximaciones más autorreferenciales; el agenciamiento y el empoderamiento de la población local a través de los prácticas culturales; la necesidad de abrir procesos de participación para la innovación social, como los laboratorios ciudadanos; la creación de formas y narrativas a partir de la síntesis de mundos e imaginarios; cómo atender y cuidar el territorio desde instituciones que ocupan posiciones de centralidad; el territorio como escenario para la innovación a partir de elementos y recursos endógenos; el cruce entre ecología y feminismos; o los posibles paralelismos, desde la escala a las herramientas de intervención, entre barrios urbanos y pueblos.
Ideas como comunidad, cultura situada, temporalidad, escala, procomún, gobernanza, recuperación de saberes, ecología, sostenibilidad, descentralización y otras que cada día son más relevantes para las prácticas y procesos culturales en cualquier realidad o contexto y que, a partir de esa noción de ruralidad, podemos desarrollar y repensar para construir modelos culturales alternativos.
«El desarrollo sostenible implica la capacidad de integrar diversas lógicas: las vinculadas al territorio (ecosistemas), a las comunidades locales y a los procesos económicos. La cultura aporta precisamente esa capacidad transversal de integración: atraviesa, teje, poliniza, cohesiona, dinamiza, retroalimenta...» Esta es una de las conclusiones del I Foro celebrado en Cerezales del Condado en 2017. En esta tercera edición seguiremos trabajando para otorgar a la cultura una posición de mayor centralidad dentro de las políticas de desarrollo territorial y, particularmente, en la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico. También para pensar otros modelos eco-sistémicos enraizados en la idea de ruralidad.